Publicada el: 21/12/2015
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Derrota dominical en el pabellón del Colegio Nazaret frente a un CP Miralvalle Plasencia que en ningún momento dio opción a nuestras jugadoras.
Finalizaba el 2015 con el último partido de competición antes de las fiestas de Navidad recibiendo a las siempre competitivas jugadoras placentinas, quienes con su sempiterna presión defensiva comandaron el desarrollo del juego. Comenzó el encuentro con un alto voltaje, rápidas transiciones y efectivo movimiento de balón; sin embargo, el acierto no nos acompañó en la fría tarde de domingo. Pese a todo, el esfuerzo colectivo en defensa suplantaba la falta de puntería con creces, tanto, que Miralvalle sólo consiguió anotar cuatro canastas en juego y tres tiros libres durante el primer cuarto. El luminoso arrojaba un esperanzador 4:12 al pasar los diez primeros minutos.
El paso por banquillos entre cuartos no pudo engrosar las reservas castrenses, muy lastradas por las bajas, cuando el agotamiento hizo acto de presencia. El continuo empeño de nuestras siete guerreras tampoco se vio secundado por la suerte, y la presión a toda pista del equipo del norte de Cáceres, haría el resto. En este segundo periodo se rompió el partido con un parcial de 2:22. Es el peaje que debemos pagar en nuestra vía de mejora, de sacrificio y experiencia; todas juntas.
El descanso, ahora sí, recargó las energías de nuestras chicas, entregando minutos de clase y mostrando el baloncesto que corre por sus venas. Guiadas por el talento de Ana Suárez, la garra castrense afloró a la piel del pabellón para ofrecer al público que allí nos emplazamos, preciosos momentos de puro arte; basket de muchos quilates. Pases, coraje en los rebotes, buenos balances y enormes acciones defensivas que esta vez fueron escoltadas por los puntos cayendo a través del aro rival. Hasta el 14:21 final, el tercer cuarto fue la consecución de creer en nosotras mismas. Todas, absolutamente todas, sois las mejores. No podemos reseñar a nadie en concreto pues el valor de cada una es imprescindible, tanto en la pista, como desde el banquillo animando o sufriendo desde la distancia. Somos un EQUIPO.
En el lapso final, de nuevo, las fuerzas flaquearon. Miralvalle sin variar su tono físico impuso el ritmo, y los minutos se consumieron con presteza. Nat, nuestra capitana, como siempre con el vigor y entrega que la caracteriza, ejemplariza la resistencia verde, el camino que nos marca, y obviamente, también lo indicó en el último partido del año.
Adiós al 2015, pero lo mejor es ver cómo el grupo participa de los éxitos individuales, cómo se celebra cada canasta, las sonrisas del trabajo bien hecho, el esfuerzo semanal recompensado, la familia castrense unida. Ésa es la auténtica victoria, éste es el reflejo de quiénes queremos ser, de quiénes somos. El luminoso sólo cuenta parte de una historia, la otra, la verdadera, está en la huella que aportamos.
¡A por el 2016!
Castra Servilia: 26. Cris Mendoza (6); María Comín (0); Ana Suárez (8); Nat Borrella (8); Carmen Mestre (2); Amaya Francisco (0); Sara Arroyo (2).
Miralvalle: 75. A. Fernández (0); C. Villar (10); B. Vicente (14); M. Solano (0); S. Hernández (12); A. Morales (12); C. Monroy (17); S. Sánchez (0); B. Guillén (4); J. Hisado (2); S. Bartolomé (4).