Castra Servilia se va de tour por Burgos

Publicada el: 07/02/2012
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¿Jornada de descanso?

Castra Servilia no entiende de descansos, en esta familia el baloncesto corre por las venas, sospechamos que  los glóbulos rojos tienen forma de balón. Tranquilos, no estamos delirando o tal vez sí, pero cómo si no podríamos argumentar, explicar y comprender que en plena ola de frío siberiano una representación de este variopinto club se presente en Burgos, a 446 kms de Cáceres y 859 metros de altitud para jugar una pachanga contra lugareños. (Where amazing happens…)

Burgos y Castra Servilia tienen mucho más en común de lo que ustedes se imaginan, antes de formalizarse el equipo como club nuestros jugadores andaban desvaídos de pachanga en pachanga hasta que probaron las mieles de la competición en los enigmáticos partidos amistosos contra aficionados burgaleses. Así fue, un foro nos hermanó allá por 2008 y desde entonces hasta ahora. Involuntariamente, los castellanos forman parte de nuestra historia, de la creación de este club, y para nosotros es un placer volver cada año  a la tierra del Cid.

Aunque los partidos entre ambos conjuntos se caracterizan por ser un atentado al espectador de baloncesto, en el trasfondo siempre queda la magia de este deporte  que ha sido capaz de unir a gente tan dispar.  El partido de este año se jugó en el pabellón Esther San Miguel, una instalación nueva  dotada de parqué y calefacción (sí, allí gastan de eso), diez jugadores por los locales y cinco cacereños más un briviescano por los visitantes. El resultado es desconocido y tampoco importa. 

Burgos es nuestra segunda casa, no hay ciudad después de Cáceres en la que hayamos pasado tanto tiempo, ni donde nos traten como uno más. Una nevada épica (para los cacereños casi cualquier tipo de nevada lo sería) casi nos deja allí, pero solventadas todas las inclemencias y habiendo probado una forma de hábitat diferente logramos llegar a Cáceres con la satisfacción creada por la hospitalidad con la que nos reciben.

 

Un año más  queremos agradecer a toda la familia burgalesa su amabilidad.

Nos vemos en las canchas.