Publicada el: 01/05/2013
Claro resultado contrario a los intereses de nuestras chicas de Casar-Castra Servilia en el último partido disputado como locales.
Con las bajas confirmadas de María Vela, Natalia Mendoza y Cris Mendoza se presentaba el equipo dirigido por Javi Molina a competir contra Trujillo Destino Turístico. También con el recuerdo de la victoria de nuestras jugadoras como visitantes en el partido de la primera vuelta.
Comenzó anotando en el primer ataque Trujillo, y lo que presagiaba un partido dinámico, pronto se atascó. Casar-Castra Servilia intentaba cargar el juego interiormente, bien con pases a sus pívots, bien con valientes penetraciones. En ambos casos, aunque no anotaba, empezó a cobrar faltas y tiros libres. Sin embargo, el marcador no sumaba dígitos; tampoco para Trujillo. Y la jugada clave sucedió en el último minuto de este cuarto: María Sanguino, quien hasta ese momento estaba realizando un partido muy completo, mandando y manejando al equipo en pista, en un mal apoyo, se torció el tobillo, y con él, la confianza del resto. 4-6 al finalizar el primer envite; María ya no volvería a jugar.
Los siguientes diez minutos resultaron aciagos para los intereses castrasareños. El ritmo defensivo que impuso Trujillo con una presión a toda cancha apenas permitía a nuestras chicas cruzar media pista, y cuando lo conseguían, les faltaba serenidad para atacar. La imprecisión, los nervios y quizás, la falta de concentración, mellaban la voluntad para competir. Ni el cambio defensivo (con una zona cambiante 3-2 y 2-3 según la posición del balón), ni los tiempos muertos de Javi Molina consiguieron meternos en el cuarto. Sólo dos tiros libres anotados por Natalia Borrella a falta de 0.5 segundos para la conclusión se antojaban demasiado poco. Descanso con 6-18.
Si bien, el paso por vestuarios espabiló a nuestras chicas. Mucho más activas en defensa, con mayor determinación para atacar la presión trujillana y apoyadas en una omnipresente Natalia Borrella conseguían alzar un parcial de 6-2 en tan solo tres minutos de juego; tiempo muerto de las visitantes para recapitular. Fueron sin duda los mejores instantes, y hacían soñar con una posible remontada. Sin embargo, no sucedió. Trujillo se asentó de nuevo en la cancha, tomó el control del partido y el ritmo volvió a ser de ellas. Además, se oscureció el juego local con muy malos minutos y constantes pérdidas en la subida del balón: desconexión total. 6-17 fue el tanteo de los restantes minutos del tercer cuarto, y un acumulado negativo de 18-37.
Sobró el último período. El esfuerzo de nuestras jugadoras no se veía recompensado y las piernas y la cabeza no sincronizaban. La ventaja visitante se agrandaba a cada minuto hasta los veintisiete puntos finales: 24-51.
El Pabellón Municipal del Casar de Cáceres no pudo celebrar con victoria su despedida de la temporada como locales. No obstante, queda visitar la cancha de Llerena para terminar la competición donde es seguro que nuestras guerreras también serán acompañadas por sus incondicionales. ¡Ánimo, castrasareñas!