Publicada el: 16/01/2012
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Castra Servilia sale derrotado en el encuentro que le enfrentó contra Miajadas Iberdoex por 50-52 Un partido que duró más de dos horas, dos inexplicables horas de partido. Cualquier amago de ver baloncesto fue truncado una y otra vez por los constantes e innecesarios parones que imposibilitaba a los dos equipos coger un buen ritmo. Especialmente perjudicado salió Castra Servilia que al final de la primera parte ya registraba una inaudita estadística; cuatro tiros libres a favor por los veintiuno con los que fue castigado. No obstante, esta crónica no seguirá la línea del partido donde el colegiado absorbió y exprimió todo el protagonismo.
El primer cuarto comenzaba con un Castra Servilia dubitativo, frío e incapaz de encontrar un juego dinámico, aunque en defensa se mostraba más sólido no consiguió evitar que los visitantes fueran tomándole ventaja en el marcador hasta situar el resultado al término del primer cuarto en 7-16.
El segundo cuarto no traería mejores noticias, el equipo seguía con las mismas lagunas que permitían a Miajadas llegar a dominar el marcador por dieciséis puntos. A pesar de ello los verdinegros se mantenían en el partido a tirones, tan pronto encadenaban una cascada de aciertos como los tiraban por tierra con pérdidas de balón y precipitaciones. El final de la primera parte se alcanzaría con un 16 -27 (9 -12 de parcial en el cuarto).
El tercer cuarto comenzaba con la reacción de los castrenses que con un triple, una canasta de de dos y tiros libres a favor obligaban a solicitar tiempo muerto a sus rivales. Nuevamente volverían a entrar en su particular montaña rusa que alternaba los momentos más lúcidos con otros menos brillantes. Aunque por la mínima, el Castra Servilia ganó el parcial del cuarto (16-15) y mandaba un mensaje encubierto a sus oponentes. La rendición nunca ha sido una opción para nuestros jugadores y en esta ocasión no iba a ser diferente. El tercer periodo dejaba el electrónico en un 32 – 42 y diez minutos por delante para darle la vuelta.
El envite final deparaba un enfrentamiento titánico, no apto para cardíacos. Los primeros minutos fueron un constante toma y daca, sin embargo; Castra Servilia, con mucho que ganar y poco que perder, cada vez lucía mejor y a Miajadas llegaban los nervios. Los cuatro últimos minutos fueron una explosión de júbilo que se expandía desde la pista hasta las gradas, donde nuestra fiel afición vibraba con cada canasta y acción positiva. El parcial durante estos minutos se elevó hasta el 14-4 que dejaba el marcador con un trepidante 49-52 con menos de un minuto por delante. El corazón en un puño.
Miajadas atacaba, pero el juego fue parado con una rápida acción de falta. El jugador falló los dos tiros libres y avivó aún más la llama de la victoria castrense. En la siguiente jugada se repetirían los hechos al otro lado del campo. Desde el tiro libre, los locales conseguirían transformar el segundo de los 2 a los que tenían derecho, reduciendo la diferencia a 2 puntos (50 - 52). Con menos de dieciocho segundos en juego y posesión para Miajadas, nuestros jugadores forzaron la pérdida de balón que les dejaba once segundos para encontrarse con su destino final. Tiempo muerto. La grada contiene el aliento.
El balón cobra vida en manos de los nuestros con jugada de pizarra que es interpretada con armonía y saber estar, el balón llega a la esquina donde el base asiste al alero que lanza de tres. El balón vuela. Los corazones se detienen en eternos segundos. El impacto con el hierro del aro nos devuelve a la realidad, aún así nuestro pívot recoge el rebote y consigue levantarse ante una defensa más que asfixiante. Una vez más sale cruz. El sonido del pitido final hace añicos las opciones de victoria. 50 – 52 final (18-10 en el cuarto) que deja un balance de dos derrotas y una victoria en liga regular para nuestro equipo.
A pesar de todas las adversidades que se plantearon la imagen del equipo fue magnífica, ante todo porque nunca se dejaron abatir pese a ir por detrás del marcador en todo momento. Garra, entrega y sacrificio, que esas sean nuestras señas de identidad, las victorias llegarán.
Miajadas fue justo ganador pues supo hacer valer su condición de equipo veterano y mantenerse más concentrado durante los cuarenta minutos y no dejarse llevar por factores externos.
Los datos: