Publicada el: 31/03/2014
En el primer partido correspondiente a la liguilla final, al Casar-Castra Servilia le tocó desplazarse hasta Monesterio, un largo viaje que en esta ocasión tuvo recompensa: una victoria por 20-36 en un partido que se rompió en el tercer cuarto.
En el inicio del encuentro la imprecisión de ambos bandos fue la tónica general, llegándose al final del mismo con un 5-6 marcado por constantes pérdidas de balón y desaciertos de cara al aro. Las locales hicieron uso de las manos para defender, sin ser sancionadas como faltas por los árbitros, lo que provocaría que fuese realmente complicado anotar debajo del aro sin llevarse algún que otro golpe.
En el segundo cuarto se repitió el guión del anterior, con un partido en el que poco a poco se tendió a lanzar desde fuera dadas las complicaciones que surgían al intentar levantar el balón en la zona, lo cual produjo que el porcentaje de acierto de cara al aro no fuese muy alto y que las faltas provocadas por las penetraciones constantes de Cristina Mendoza y María Sanguino no fuesen sancionadas. Por suerte, en defensa Isa Parejo marcó la diferencia con numerosos robos lo que hizo que las locales no pudiesen acercarse más en el marcador. Al final del cuarto el marcador señalaba 10-16 y estaba todo por decidir.
Pero tras el descanso todo cambió y las castrasereñas endosaron un parcial de 4-16 a las locales, lo que rompió el partido y permitió afrontar con más tranquilidad los últimos momentos del encuentro. Una defensa muy activa en la parte de arriba de la zona (con M. Buitrago, Natalia Mendoza y María Vela llegando a todos lados y complicando la circulación del balón), junto con el poderío en el rebote de nuestro equipo (con Pili luchando entre un enjambre de brazos), hizo que las locales no pudiesen lanzar con claridad y no dispusieran de segundas oportunidades para anotar. De hecho, Monesterio solo anotó una canasta en juego durante todo el cuarto.
Saltaron las jugadoras al campo en el último cuarto con todo decidido y lo cierto es que lo único destacable fueron las faltas de las jugadoras locales que seguían sin ser señaladas y una técnica a ambos banquillos tras un pequeño intercambio de opiniones entre ambos entrenadores (tras el encuentro y una agradable conversación quedó claro que fue un malentendido y la buena relación continúa). El cuarto lo abrió Laura García con una canasta muy celebrada por las visitantes y sería Elena Comín en el último segundo quien dejaría el marcador en 20-36 y el C.B. Casar Castra Servilia regresaba a casa con el ansiado "papelito rosa". Al ser una liguilla a doble vuelta, las castrasereñas volverán a jugar de nuevo en casa contra Monesterio, donde tratarán de luchar por una nueva victoria.
El próximo partido será el domingo contra el C.B. Oliva en el Casar, donde con la moral alta tras la victoria, el Casar - Castra Servilia tratará de dedicar una nueva victoria a sus aficionados.
A.B. Monesterio (5+5+4+6): Terrón, M (4), Bayón, C (4), Bautista, A. (-), Hierro, A (-), Mejías, M. (-), Cardoso, M. (5), González, C. (5), Quintero, C. (0), Parra, J. (2).
C.B. Casar Castra Servilia 36 (6+10+16+4): Vela, M.A. (-), Buitrago, M.A. (5), García, L. (2), Mendoza, C. (7), Sanguino, M. (9), Parejo, I. (-), Mendoza, N. (2), Sanguino, M.P. (2), Comín, E. (9).
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