Publicada el: 21/11/2011
En la tarde del domingo, y por primera vez como equipo visitante, el Castra Servilia se veía las caras contra El tapeo un equipo poderoso que destaca, como ya anunciábamos en la previa, por su capacidad física y la profundidad de banquillo.
Luciendo en amarillo, segunda equipación, nuestro equipo saltaba a pista dispuesto a no permitir ningún tipo de concesión a pesar de ser un partido, a priori, intrascendente. Pero la importancia de un encuentro no se mide sólo por cómo te deja en la clasificación, sino que esconde un conjunto de factores intangibles que dan relevancia a cualquier pequeño detalle. Castra Servilia es consciente de ello y sabe que más allá del resultado estos partidos son vitales para crecer y afianzarse poco a poco como un equipo.
Con los objetivos bien enmarcados daba comienzo el partido, el quinteto titular infundía confianza; en sus caras únicamente se apreciaba concentración y motivación. No era una apariencia, instantes después de iniciarse el cuarto El tapeo se veía sorprendido con un parcial de 1-8, consiguiendon anotar únicamente desde la línea de tiro libre. Castra Servilia se hacía dueño del partido, imponía su ritmo mientras que sus oponentes no conseguían entrar en dinámica de juego. El ataque era efectivo, tanto los jugadores exteriores como los interiores cumplían a las mil maravillas su papel ocasionando espacios y ventajas que facilitaban la anotación. Pero el ataque era cimentado por una excepcional defensa que provocaba los errores de los rivales, a lo que había que añadir el dominio de los jugadores auriazules bajo los tableros que se hicieron con el control del rebote e intimidaron en cada acción. Un cuarto trepidante que finalizaba con una ventaja de diez puntos para los nuestros, 7-17.
Afrontar el segundo cuarto no era fácil, las pulsaciones exacerbadas y la propia exaltación de un primer cuarto casi perfecto podía disfrazarse como arma de doble filo. Y así fue. Como un castillo de naipes abatido por una corriente de aire el Castra Servilia se desinflaba mientras que su rival exhibía sus mejores argumentos sobre la pista. Aunque afortunadamente el equipo se fue encontrando mejor conforme pasaban los minutos el marcador al descanso reflejaba un agrio castigo 29- 22 (22-5 de parcial).
Tras volver a aclarar ideas durante el intermedio se volvió a la línea de competitividad que se había trazado durante los primeros compases del partido. De esta forma se volvía a alcanzar un juego colectivo mucho más ágil y organizado, pero insidiosamente se fue viendo truncado por la estéril desesperación con la actuación arbitral que desviaba el foco de atención de lo realmente importante. La crispación se saldaba con una técnica que daba dos tiros libres y posesión a El tapeo. Finalmente, el tercer cuarto terminaba con un 51-35 (21-13 de parcial). Del cuarto restante poco cabía esperar pues nuestro equipo, aunque mejora a pasos agigantados con respecto a los partidos anteriores, se había diluido ante las adversidades. No obstante, Castra Servilia siguió correoso, intentando finalizar el partido como realmente merecía por su encomiable trabajo, con buen sabor de boca. El resultado final fue 71-41 (21-6 de parcial).
Una vez concluida la primera fase clasificatoria, en la que el Castra Servilia no ha conocido aún la victoria, toca esperar la configuración del nuevo y definitivo grupo ¡Empieza nuestra liga!
A pesar del evidente balance negativo en el apartado victorias-derrotas la lectura que se hace de la primera fase no es, en absoluto, negativa. Un equipo nuevo que ha logrado en tres jornadas mejorar ostensiblemente su juego y que va dando muestras de carácter. Sin embargo, aún hay mucho camino por recorrer y se espera que el equipo vaya madurando.
De este primer tramo nos guardamos en la mochila todo lo aprendido y lo que está por aprender.
Los datos: