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En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) En las entrañas de Tormantos.Once. En cuanto vio regresar a la carrera a los únicos supervivientes de la batida, y aprovechando el tumulto que alrededor de ellos se formó...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) En las entrañas de Tormantos.Diez. Desde que delatara durante la confesión a don Fermín su paternidad, al Erudito lo habían consumido las horas. No dejaba de escuchar la profunda voz...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) En las entrañas de Tormantos.Nueve. Juan dejó al Cura arrodillado en mitad de la nave, desde donde antes de la avalancha demoníaca se contemplaba el vetusto retablo mayor, barroco, como el...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) En las entrañas de Tormantos.Ocho. Esa madrugada de hollín y olor a chamusquina, de llantos y rabia, aún no había concluido. La campana mayor de la iglesia, que por un corto lapso...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) (6) En las entrañas de Tormantos.Siete.La negrura llenó la sierra mientras Sebastián, aturdido por los hallazgos que en su batida había hecho, con dificultad deambula por entre senderos cada vez más ignorados. Camina...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) (5) En las entrañas de Tormantos.Seis. Pese a la oscuridad Sebastián pudo discernir entre la escarpada montaña cómo la gran sombra se movíaentre los resquicios del camino. La siguió presuroso pero con mucha cautela. Conforme...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) (4) En las entrañas de Tormantos.Cinco.El olor a vino barato le llegaba hasta la ganchuda nariz que iba dando botes conforme el jumento pisaba sobre las rocas del empedrado camino. Cuando el sendero se hizo...
En capítulos anteriores... (1) (2) (3) En las entrañas de Tormantos.Cuatro. Camino de regreso, Sebastián paró en la venta del Cojo a echar unos chatos con los labradores que volvían del jornal. Con los aperos a cuestas dejaban tras de sí la...
En capítulos anteriores... (1) (2) En las entrañas de Tormantos.Tres. Cuando esos ojos negros como el carbón escrutaron su interior, Sebastián comprendió que jamás volvería a ser dueño de sí. Tendidos a un palmo, el olor acre a sudor impregnó su consciencia...
En capítulos anteriores... (1) En las entrañas de Tormantos.Dos.- Vosotros, pecadores. Sí, pecadores todos y cada uno de vosotros. Libertinos, egoístas, lujuriosos, avaros, holgazanes, cobardes. Vosotros le negáis la cara a vuestro Señor y seguís andando como si un día la...
